El rumbo es el camino correcto, el timón es la paz, tú el capitán
Existe el bien y existe el mal, la bondad y la maldad. Existe lo correcto y lo incorrecto. El bien son aquellas acciones y palabras que conducen a uno mismo, al otro y al sistema a un estado de paz, bienestar o justicia. Nacen en un buen criterio. El mal son aquellas acciones y palabras que interrumpen el bien y la paz o la justicia. Nacen en el mal criterio. La bondad es la cualidad humana que promueve el bien. La maldad es la cualidad humana que promueve el mal. Lo correcto tiene que ver con el criterio justo y lo incorrecto tiene que ver con un criterio no justo.
Hay que poner a estudio el propio criterio entre lo que consideramos bueno o malo y aquello que creemos que es hacer el bien o hacer el mal. Puede que nuestro criterio esté afectado por los intereses personales. Así que uno debe ponerse en duda. El acto mismo de dudar sobre el criterio de uno mismo es una muestra de humildad y voluntad de llegar a la verdad. Entonces, cuando dejas el espacio para que la respuesta correcta aparezca, suele suceder que ésta aparece en nosotros mismos. ¿Cómo la reconocemos? La respuesta verdadera tiene una vibración, un color y una forma de contundencia interior diferente y reconocible. De la misma manera que sabes que no está bien coger algo ajeno, sabrás que no están bien tantas muchas otras acciones que quizás estén en tu día a día pero que jamás antes te cuestionaste sobre ellas.
Existe un criterio objetivo y común para todos los seres humanos para discernir lo correcto de lo incorrecto, el bien del mal. Este conocimiento puede que esté oculto ante tu criterio subjetivo y puede que uno esté creando ciclos de causas y consecuencias incorrectos lejanos de la bondad debido a que está dormido y no puede discernir con claridad. Para poder llegar al conocimiento correcto uno debe estar despierto y debe cuestionarse.
Tus acciones vienen definidas por los valores que te mueven. Los valores que te mueven son las normas que definen tu conducta. Hay hechos y acciones que consideras injustos ¿Por qué es injusto? ¿Quién considera algo injusto? ¿Para quién es injusto? Dentro de ti existe lo que está bien y lo que está mal. ¿Por qué algo está bien y algo está mal? ¿Qué hay detrás del bien y del mal? ¿Algo está bien si te beneficia o si beneficia y algo está mal si te perjudica o perjudica? Pero, ¿qué es beneficioso y qué es perjudicial? ¿Para quién? ¿Quién lo decide? ¿Algo es beneficioso si provoca una buena sensación? ¿Y perjudicial si te provoca una mala sensación? Pero, ¿qué es una buena sensación? ¿Y una mala sensación? ¿Es para todos igual? ¿Podría una mala sensación ser positiva o buena para ti? ¿De qué depende? Dentro de nosotros existe el criterio. El criterio puede ser subjetivo si viene de nuestro ego. Pero el criterio que está más allá del ego, es el criterio objetivo, el justo criterio. Es el criterio que nos une como especie. Es el criterio verdadero y objetivo que nos une y nos permite descartar. Acceder a él depende de una actitud.
En cada acción existe una verdad objetiva. La acción correcta te compromete con unos valores y deberes como ser humano. ¿Cuáles son esos valores en ti? Cuando algo te afecta
negativamente pareces tener claro que no es bueno. Cuando algo te favorece pareces tener claro que es bueno para ti. Hay acciones que cuando te afectan las rechazas. ¿Las rechazas cuando afectan al ajeno? ¿Tu criterio es siempre el mismo o varía en función de si te afecta a ti o no? No todo es válido. Si actúas en contra de lo correcto, creas resistencia y conflicto. Nace el sufrimiento. Desaparece la opción a la libertad y la lucidez. Si actúas en contra del bien, creas el mal.
Lo que distingue el bien del mal es un criterio, el Justo Criterio.

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