Despertar
Despertar es un salto. Despertar es un punto de inflexión. Es comprender algo. Es crecer. Evolucionar. Despertar es acceder al poder que te da la visión y la lucidez. Despertar es tener una nueva perspectiva. Despertar te permite potenciar tu inteligencia. Adaptarte. Despertar te permite controlar y dejar de ser controlado. Despertar te concede la opción de liberarte. Independizarte de lo que te frena, te limita y te ahoga. Despertar te puede llevar a desarrollar tu máximo potencial y manifestar tu naturalidad individual, si lo decides. Despertar te permite el acceso a toda verdad objetiva cognoscible, si lo decides. Despertar es madurar. Es volverse el responsable. Despertar es vivir consciente de cada acto y palabra que generas. Si eres capaz de cuestionarte a ti mismo, estás despierto.
Despertar es el principio de una nueva etapa. Algo que te sucede. Darse cuenta que uno es algo más, o algo menos. Existe tu mente, existe tu cuerpo, existe el otro, lo otro y existes tú. Existes tú y existe tu ego. Si el contenido de la mente se para, tú no mueres. Si el ego desaparece, tú apareces. Te das cuenta que la mente está bajo el control de tu Ser. Te das cuenta que tu ego es un muñeco que puedes desvestir y disfrazar. Despertar es algo que te ocurre. No puedes estar dormido y pensar que vas a despertar porque eso significaría que ya has despertado. Es una suerte. Casi, un don. Es accidental. Un punto de inflexión, si lo decides. Alguien puede querer despertarte y no conseguirlo porque es algo que simplemente, acontece. Si dejamos de pensar, ¿quién está ahí? ¿Qué hace? ¿Está viendo algo o simplemente está? Si te quedaras sin nada, ni siquiera sin nombre, ¿quién serías tú?
Despertar es como si te vieras por primera vez. Imagina una vida en la que no hubieras accedido jamás a un espejo. Y, de repente, encontraras uno. Verte, te permitiría reconocerte. Despertar, es reconocerte. Un primer contacto con el justo criterio.
Despertar es darte cuenta que parte de tu comportamiento es fruto de un personaje que se ha ido tallando durante toda tu vida a través de los condicionamientos recibidos por tu marco socio-cultural así como por tu entorno más íntimo. Has heredado creencias de tu familia, has adoptado otras por imitación y otras han nacido en ti fruto de la experiencia que te ha hecho sufrir o te ha hecho feliz. También has dado por buenos conocimientos que has aprendido y memorizado de otros profesores y maestros. Tu personalidad es el fruto de tu interacción con la sociedad que te envuelve. Pero todo eso puede ser cuestionado, cuando despiertas. Te han educado. Tienes instalado un software hecho a medida de la sociedad a la que perteneces. La genialidad es que, cuando despiertas y, si así lo quieres, puedes destruir, modificar o aceptar este programa.
Al despertar puedes redirigir tu mirada, descondicionarla e interesarte por la verdad que hay en cada parte de ti, en cada acto tuyo, en cada acto del otro, en cada escena de la vida.
Las acciones que llevas a cabo en tu vida pueden ser diferentes, al despertar.

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