Introspección Personal y Comunicación Objetiva en el trabajo
Todo trabajo y toda profesión conllevan unas acciones técnicas, como son, llamar por teléfono, la contabilidad, conducir, caminar, organizar, delegar, almacenar o cualquier otra acción que la lleva a cabo una personalidad, una forma de comportarse y de responder más o menos asertiva. Por lo tanto cómo somos se ve directamente repercutido en la calidad de nuestro trabajo y, como consecuencia, de nuestros resultados.

Cuando automatizamos esas acciones técnicas y las hacemos obligados, la obligación se ha adueñado de la libre voluntad. La emociones que acompañan a acciones obligadas o acciones libres, son distintas. Y estas emociones, a su vez, influyen en el entorno y las respuestas de los demás. Una cadena de procesos con causa y efecto que podemos ignorar.
En ese estado mecánico y automático, quedan fuera muchas opciones que no tenemos en cuenta. Mirando bien, hay una actitud concreta que impide lograr nuestros objetivos. Sin reconocer aquello que impide lograr el objetivo, no podemos ser libres de crear nuestros resultados y nuestro futuro.
¿Y si hubiera una posibilidad de recuperar la alegría y la perspectiva necesarios para volvernos más resolutivos y más inteligentes?
¿Y si pudiéramos substituir el aburrimiento por un reto?
¿Y si pudiéramos ser libres de decir todo lo que necesitamos decir sin caer presos de nuestras propias palabras?

Curso de Comunicación Objetiva
El curso de Comunicación Objetiva© es una OPORTUNIDAD. No se trata de cambiar. Se trata de comprender aquello que hace posible que las cosas funcionen. Entre tú y el objetivo está un camino posible. Pero hay que desarrollar sabiduría para ver qué lo hace posible. Lo que funciona no siempre es lo que quieres o no quieres hacer. El cambio de una perspectiva a otra puede sucederte o no. En el curso, tratamos de que suceda.
Todas las acciones se pueden hacer de manera consciente. ¿Y qué es consciencia? Es consideración. ¿Cómo consigo la consideración si no la siento naturalmente? Trastocando los valores. ¿Y cómo trastoco los valores? Comprendiendo. ¿Por qué con una persona puedes tener toda la paciencia del mundo en una situación y, en esa misma situación con otra persona puedes ser más frío, distante e intransigente? ¿Por qué eres considerado con unos y no considerado con otros? ¿Qué hace la diferencia? ¿Por qué tus valores cambian tan rápidamente? ¿Depende de las simpatías, que uno pueda ser más o menos justo con alguien?
Cuando empezamos a entrar ahí, a lo profundo de uno mismo, es cuando todo se transforma realmente. Porque ver ciertas pautas en ti mismo/a, te lleva a desecharlas de por vida solo porque lo decides. Y cuando te relajas, cuando te sabes en lo correcto, todo lo que haces se contagia de la calidad de lo que tú eres en realidad.
Cada ser humano es un gran baúl de calidad y de tesoro, pero no todo el mundo lo muestra. Por miedos, por rencores, por diferenciación de egos; tú eres más, yo menos, etc.
¿Y si hubiera una experiencia a través de la cual eso quedara eliminado, y ya no pensáramos más en quién es más ni quién es menos y simplemente pudiera ser libre, asertivo/a, más inteligente, cooperativo/a, y compasivo/a naturalmente? Si eso sucediera, uno vería que los cambios se producen solos, se deja de luchar por las cosas y los resultados se manifiestan. ¿Por qué?
Vivir sufriendo o vivir plenamente depende de una actitud. Comprender eso es fundamental. Sin darnos cuenta, a través de nuestra conducta y nuestro pensamiento, todo eso que somos de forma inconsciente, interrumpe nuestra felicidad. Al hacer consciente todo aquello que interrumpe nuestra felicidad, desaparece y deja de interrumpir, a su vez, el proceso que hace posible conseguir lo que parecía imposible.
Sin cambiar por dentro, sin aumentar la capacidad de percibir y responder correctamente, es difícil dirigir el rumbo de nuestra vida. Es una oportunidad para hacerse con el timón y dejar de ir a la deriva entre los mares de las circunstancias.
Por eso es fundamental este proceso. Este proceso es un primer paso, eso sí, un paso gigante. A veces uno tiene muy claro lo que tiene que hacer, pero no ve que la calidad con que lo hace, no le permite obtener el resultado.
Hay que aumentar la calidad de las acciones en el trabajo. ¿Cómo se aumenta la calidad de las acciones en el trabajo? Aumentando la calidad de la persona. ¿Dónde está la calidad máxima de la persona? En la genuinidad y los valores correctos. ¿Cómo alcanzamos los valores correctos y la genuinidad? Pues reconociendo el condicionamiento y todo aquello que obstaculiza que tú seas la mejor versión de ti mismo. Solo siendo la mejor versión de ti mismo, tendrás la mejor versión de tu trabajo y los mejores resultados.
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