Existe una forma de comunicarse que respeta la pureza del acto de la transmisión de cualquier mensaje. Ello potencia la consecución de los objetivos y minimiza los conflictos. Comunicarse es mucho más que decir cosas o hablar. Se trata de transmitir.No ser conscientes de lo que realmente transmitimos nos lleva a enredarnos en realidades subjetivas, malentendidos innecesarios, conclusiones erróneas y objetivos frustrados.
Uno no es dueño de sí mismo si no es dueño de lo que transmite.
Un curso donde se invita a la presencia y a la reflexión.
Desde la reflexión trataremos de llegar a hacernos conscientes de aquello que somos y crear un punto de inflexión en las futuras relaciones personales o profesionales gracias al poder que te da un cambio de perspectiva y de consideración.